Anatomía de un hacha
En pocas palabras, un hacha se compone del mango y el cabezal del hacha. Pero, ¿también sabes qué es la lengüeta? No sólo es bueno conocer las diferentes partes de tu hacha, también es mucho más seguro saber a qué nos referimos cuando decimos que hay que mantener el ojo de tu hacha.
El cabezal del hacha
El cabezal del hacha se compone de muchas partes diferentes. Las más importantes son: la mejilla, la culata, la lengüeta, el ojo, el talón, la punta y el filo. La lengüeta del hacha amplía la superficie de contacto entre el hacha y el mango. De este modo, el mango queda bien sujeto en el cabezal.
El mango
De todos los tipos de madera, el nogal americano es el más utilizado para fabricar mangos de hacha. El nogal americano es increíblemente fuerte y, al mismo tiempo, muy flexible. Las piezas de plástico también son una gran opción hoy en día. Estas no requieren tanto mantenimiento y son un poco más indulgentes si fallas. La elección de un material u otro es cuestión de gustos.
El extremo del mango suele contener el pomo. Una parte más gruesa que asegura un mayor agarre del hacha. También hay hachas con mangos rectos, que son hachas arrojadizas o de carrera. El pomo suele estar reforzado con un "agujero para el cordón". Nosotros, sin embargo, lo utilizamos únicamente para colgar el hacha de un clavo. Atar una cuerda a un hacha es más peligroso de lo que te esperas. La cuerda puede quedar atrapada detrás de una rama haciendo que el hacha se resbale de tus manos.