Cómo: limpiar tus prismáticos
¿Has encontrado el par de prismáticos adecuado? ¡Genial! Ahora todo lo que tienes que hacer es asegurarte de que los mantienes en buena forma. Un par de dedos grasientos o el polvo en las lentes pueden tener inmediatamente un efecto negativo en la transmisión de la luz de los prismáticos. Además, la imagen quedará borrosa. Los granos de arena y los residuos gruesos pueden dañar las sensibles capas de revestimiento si se limpian las lentes de forma incorrecta. Por lo tanto, al limpiar los prismáticos no sólo se mantiene la calidad de la imagen, sino que se prolonga la vida útil del par.
Cómo: limpiar tus prismáticos
Paso 1: eliminar la arena y el polvo
Si has utilizado tus prismáticos en la playa o en el bosque, lo más probable es que la suciedad o el polvo hayan acabado dentro de ellos. Estas partículas gruesas se eliminan con un cepillo suave o un lápiz óptico. Gira la lente hacia abajo y cepíllala suavemente. El resultado es que los granos caerán y no podrán dejar arañazos en la lente.
Si tu par es resistente al agua, también puedes aclararlo suavemente con agua tibia. No utilices nunca un paño de microfibra, pañuelos de papel o toallas de papel. Con estos se frota la suciedad sobre las lentes dejando arañazos en el revestimiento.
Paso 2: limpieza de las lentes
¿Seguro que no hay suciedad? Continúa eliminando las huellas dactilares de las lentes. Para limpiar las lentes se utilizan productos de limpieza especiales como el del set de limpieza CS de Swarovski o el kit de limpieza DESQ Pro.
Añade una gota de líquido limpiador en la lente y utiliza un paño suave de microfibra para limpiarla con cuidado. Repite este paso tres veces hasta que estés seguro de que la lente está limpia y seca. Asegúrate de que cada vez utilizas una parte limpia del paño de microfibra. ¿Tienes un par al que le puedas quitar fácilmente las tapas oculares? Retíralas y límpialas con un paño de microfibra.
Consejos para limpiar los prismáticos
- No utilices nunca pañuelos o toallas de papel para limpiar tus prismáticos. Contienen fibras de madera ásperas que pueden causar daños irreparables en las lentes.
- No utilices detergentes como la acetona o el éter. Estos pueden dañar el revestimiento de los prismáticos.
- Usa las tapas oculares y las cubiertas protectoras tan a menudo como sea posible para evitar que el par se ensucie. También es conveniente no llevar nunca el par suelto en la mochila. Lo mejor es guardarlo en una bolsa de transporte especial. Una bolsa de este tipo protegerá tus prismáticos de las caídas y de los daños por impacto.
- No limpies tus prismáticos con demasiada frecuencia. Al limpiar los prismáticos, se corre el riesgo de dañar las lentes si se frota sobre ellas la suciedad.