Cuchillos para ostras: imprescindibles para los amantes de esta delicadeza

Elegir un cuchillo para ostras

La forma de un buen cuchillo para ostras es pensado para evitar de dañar la carne de la ostra y que se introduzcan trozos de concha en ella. Con un buen cuchillo para ostras, pelarlas es pan comido. El cuchillo tiene una hoja corta y gruesa con punta que puede realizar movimientos de palanca. Algunos modelos tienen una barrera protectora entre el mango y la hoja para proteger los dedos. Y esto también impide que el cuchillo penetre demasiado en el interior del caparazón.

Cuchillos para ostras franceses, japoneses o americanos

Existen distintos tipos de cuchillos para ostras: franceses, americanos y japoneses. Cada tipo tiene su propio estilo y funcionalidad. El cuchillo japonés para ostras, también llamado hõchõ, está hecho de acero inoxidable o acero al carbono de alta calidad y es conocido por su hoja afilada. Un cuchillo para ostras americano es muy robusto, y un cuchillo para ostras francés tiene un diseño más elegante. Cuando vayas a comprar un cuchillo para ostras, es bueno saber qué tipo de cuchillo para ostras te conviene.

¿Cómo se usa un cuchillo para ostras?

Para abrir las ostras hay que tener algo de práctica y precaución. Es importante tomar precauciones de seguridad, como protegerse las manos y llevar un guante resistente a los cortes. Si eres nuevo en el arte de abrir ostras, puedes encontrar una explicación detallada aquí.

Manejar con seguridad un cuchillo para ostras

Si la ostra se te resbala al abrirla, es muy posible que te lesiones. Para evitarlo, recomendamos un guante de ostra, también llamado guante resistente a los cortes. Estos guantes de seguridad están fabricados con pequeños anillos metálicos para evitar que el filo del cuchillo llegue a la piel.

La punta del cuchillo para ostras no es cortante, sino afilada, para evitar lesiones. La punta se introduce en la boca de la ostra y, si no encuentras el punto con precisión, el cuchillo puede resbalar. A veces, los cuchillos para ostras tienen un mango protector que impide que la mano alcance accidentalmente la hoja.