¡Cuchillos de cocina japoneses! Para obtener los mejores resultados

¿Cómo elegir el mejor cuchillo de cocina japonés?

En primer lugar, tendrás que decidir qué alimentos sueles cortar más a menudo. ¿Buscas un cuchillo de cocina de uso general? Entonces te aconsejamos echar un vistazo a los gyutos o santokus. ¿Buscas un cuchillo que te permita cortar verduras con extrema precisión? Entonces el nakiri es el cuchillo ideal. Para trabajos de corte más pequeños, acabarás rápidamente con una shotoh o un cuchillo petty. Los amantes del pescado apreciarán la comodidad de un yanagiba o deba. Y los verdaderos carnívoros elegirán un sujihiki. O si no quieres complicarte la vida, simplemente elige un juego de cuchillos japoneses para llevarte de una sola vez un set completo apto a todo tipo de necesidades.

Cuchillos de cocina japoneses de acero inoxidable

¿Qué tipo de acero se adapta a tus necesidades? En Knivesandtools encontrarás cuchillos de cocina japoneses fabricados con acero VG10, acero AUS10 o incluso acero damasco. Los aceros VG10 y AUS10 son buenas opciones en cuanto a durabilidad, pero también puedes subir un peldaño en elegancia con un cuchillo damasco.

Hoja de acero al carbono

¿Te gustan los cuchillos japoneses de estilo tradicional? No te olvides de echar un vistazo a los tipos de acero al carbono, como el acero al papel azul Aogami o el acero al papel blanco Shirogami. Estos tipos de acero no son inoxidables, pero son más duros que el acero inoxidable y puedes conseguir un mayor nivel de afilado con ellos. El acero al carbono requiere un poco más de mantenimiento que el acero inoxidable. Si dejas estos cuchillos tirados sobre una pila de platos, se decolorarán e incluso podrían formar corrosión. Diferente de la patina que, sin embargo, es normal. Siempre asegúrate de lavar los cuchillos de acero al carbono directamente después de usarlos para mantener su belleza: si los cuidas adecuadamente, un cuchillo de cocina de acero al carbono te durará toda una vida. Y admítelo: la pátina en un cuchillo de cocina tiene su encanto, ¿verdad?